En ocasiones creo que hemos perdido la noción de la realidad, hemos conseguido callar las voces que nos acechan en nuestro interior: comprando nuestra conciencia con un consumismo que nos invade, enterrando nuestra capacidad de crear, imaginar y experimentar tras un tubo de rayos catódicos, anestesiando nuestra sensibilidad respecto a aquello que no podríamos soportar si viviéramos en nuestras propias carnes,...
En ocasiones creo que hemos aceptado que aquello que la sociedad establece con sus normas y sus prejuicios, que hemos decidido tomar la opción de formar parte del grupo y caminar en la certeza, la seguridad de la multitud. Preferimos congregarnos sintiéndonos aislados que vagar sintiéndonos completos.
En algún momento, hemos domesticado aquella parte salvaje, inocente e idealista de nuestra mente. Hemos conseguido desatender la búsqueda de la felicidad, olvidando aquello de los que somos capaces rindiéndonos a la fantástica realidad que nos ofrecen en el cine, adorando y valorando la vida immerecidas estrellas de la música y olvidando los heroes que conviven a nuestro lado diariamente.
lunes, 14 de mayo de 2007
La sombra de la sociedad
Publicado por Joan Erencia Guerrero en 23:00
Etiquetas: Pensaments
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