Antonio Puerta, 22 años.
Nació a orillas del Nervión.
Vivió su vida para el deporte, pues ello era lo que le apasionaba.
Tenía una prometedora carrera: talento, calidad, juventud,..
Pero su corazón no aguantó, no resistió.
Una y otra vez, hasta en cinco ocasiones su corazón se paró.
Pero el no quería ceder, abandonar, nunca se rindió.
Hasta que no pudo resistir, hasta que su cuerpo no aguantó más.
Entregó su vida a su pasión hasta el último de sus instantes.
Qué consuelo puede haber para una mujer que pierde su marido, el padre del hijo que lleva en su interior que en menos de 2 meses ha de nacer, el compañero con el que ha empezado construir una vida que se derrumba.
Qué consuelo puede haber para una madre, un padre que han visto como su hijo consigue triunfar en aquello que amaba y cruelmente se lo arrebatan.
Lo pierden cuando empezaban a saborear el mayor de los placeres que pueden sentir unos padres: ver como un hijo consigue realizar sus deseos haciendo aquello que le hace feliz.
Ellos los recordarán el resto de sus vidas, cada uno de sus días y para ellos envío mis mejores sentimientos. Un abrazo para ellos.
Descansa en paz, Antonio.
Qué consuelo puede haber para una madre, un padre que han visto como su hijo consigue triunfar en aquello que amaba y cruelmente se lo arrebatan.
Lo pierden cuando empezaban a saborear el mayor de los placeres que pueden sentir unos padres: ver como un hijo consigue realizar sus deseos haciendo aquello que le hace feliz.
Ellos los recordarán el resto de sus vidas, cada uno de sus días y para ellos envío mis mejores sentimientos. Un abrazo para ellos.
Descansa en paz, Antonio.
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