sábado, 30 de junio de 2007

(R)Evolución humana

Comprender la historia ayuda a comprender la actualidad.

Podemos dejarnos llevar por la lógica o por convicciones propias para intentar entender como funcionan las cosas hoy en día, pero lo más seguro es que nademos contracorriente. Todo procede de un 'status quo', que debes aceptar, un proceso en el que no decides ni participas, pero que se ha consolidado después de que mucha gente lo haya ido "mejorando" a lo largo del tiempo: reglas, normas, medidas y comparaciones, clasificaciones, ...

En cambio, las personas somos aquello que proyectamos. Vivimos de forma inevitable unidos a un tiempo y unas costumbres, pero nos entendemos y relacionamos por nuestras acciones y decisiones.

Formamos parte del inigualable mundo de lo aleatorio, en el que no existen manuales ni reglas con qué medir, no hay tablas donde consultar, ni guiones que seguir para lograr un objetivo,...

Cuán predecible, aburrido y triste sería un mundo en que se nos despojase de la libertad para seguir nuestros impulsos, perderíamos la esencia que nos permite sorprendernos ante lo inesperado, crear aquello que parece inconcebible, disfrutar de lo desconocido e incorporarlo en la galaxia de planetas y estrellas que circula en nuestro interior.



1 comentario:

sika. dijo...

quanta raó tens...