martes, 2 de octubre de 2007

Una decisión equivocada

Hoy era el día en que se iba a determinar la adjudicación de explotación de la nueva Terminal Sud del aeropuerto de El Prat.

Grandes esperanzas hay dipositadas en que esta infraestructura sirva para dar el salto de calidad que haga al aeropuerto de Barcelona estar a la altura de la ciudad que representa así como de dar respuesta a la demanda internacional qu existe.

Aena, la empresa pública encargada de proyectarla, lógicamente debía planificar este edificio pensando que es lo que más convenía al aeropuerto para su crecimiento y su despegue como hub, pues estes es su cometido.

Digo debía porque hasta principios de la década, Aena e Iberia eren uno solo, pero en 2000 se liberalizó el sector dando lugar a la privatización de la segunda. Pese a que desde este momento, a Aena se le suponía total independencia respecto Iberia, Aena planificó la T-sud para que Iberia fuera la aerolínia que la gestionase.

Todos sabemos cual ha sido la política de Iberia desde entonces (en especial estos últimos años), concentrar sus operaciones (pax y carga) en Barajas, gracias a la adjudicación de la T-4 y reconvertir el resto de vuelos que no interesan a Clickair (la marca Blanca de Iberia en Low Cost).

La decisión tomada hoy era de vital importancia para conocer si la voluntad de convertir El Prat en un hub intercontinental era real o tan sólo una patraña.

Para que un aeropuerto principal funcione y crezca es necesario que existe un compañía fuerte establezca un hub, (un centro de operaciones donde dirigir operaciones y gestionar pax y carga), pero en la actualidad las alianzas en el sector han hecho que las principales aerolíneas se alineen en 3 alianzas: Oneworld, Star Alliance y Sky Team.


El hecho que limita el crecimiento de El Prat es la ausencia de conexiones intercontinentales (no internacionales Mr. Zapatero, que de esas ya tenemos), esto diferencia una aeropuerto de primera de uno de segunda. Dados los precedentes sobre Iberia y su decisión de usar Barajas como Hub, la mejor opción hubiera sido adjudicar la nueva terminal a Star Alliance o Sky Team, o tal vez una repartición entre ambas, dejando fuera a OneWorld.

¿Por qué? Estas 2 alianzas contienen a aerolinias fuertes en el continente americano (Air Canada, United y US Airways en la Star Alliance y Delta, Continental y Aeromexico en Sky Team), en ambas también hay una aerolinia española con gran margen de crecimiento(Spanair en la Star Alliance y Air Europa en Sky Team) y por último y más importante: Todos los aeropuertos importantes són gestionados por una de estas alianzas como hub estratégico (Heathrow- BA, Francfort-KLM, Charles-de-Gaulle- Air France) y es un craso error dar un aeropuerto de primera línea internacional a una alianza que no lo va a potenciar como hub (si acaso como una terminal satélite de Barajas).

A nivel de cuota de mercado, sin duda OneWorld es la mejor opción, pero en este caso Iberia no va a cumplir lo que se espera de ella en la gestión de la T-Sud (vuelos intercontinentales y ser hub). Las consecuencias de esta decisión va a ser continuar en la línea actual; es seguro que el crecimiento en los próximos 5 años va a ser espectacular, seguramente incluso por encima de las previsiones, pero el error está en la visión de como va a crecer (a base de alimentar a Madrid y con un crecimiento lento de vuelos a nivel intercontinental). Esto tal vez sea lo más preocupante.

Muchas cosas en los negocios y la política no atienden a los intereses generales : viejos amiguismos, la tradición, los intereses personales, ...
Así funcionan las cosas importantes en este país.

Otros, como Ramon Tremosa han opinado al respecto:
A los que quieran datos concluyentes y objetivos, escuchar entrevistas en Rac1 y Catalunya Ràdio a un profesor de Teoría Económica.

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